El secreto de la victoria

Durante mis vacaciones, he aprovechado para leer el libro que ha escrito Kilian Jornet , por si no lo conocéis aunque lo dudo Kilian es un chaval de 24 años que a su corta edad es 3 veces campeón de Ultra Trail du Monblanc que es la carrera de ultra fondo de montaña más importante del planeta, 4 veces campeón del mundo de Skyrunning, y posee unas cuantas gestas como ser la persona del mundo que mas rápido a subido y bajado el Kilimanjaro y otras muchas, algunas de ellas las relata con todo detalle en su libro Correr o Morir.

Quiero rescatar una página que habla de lo que significa para el GANAR una carrera, parece sorprendente que un individuo que con 24 años lo ha ganado todo sea tan humilde y tenga la capacidad de ver después de miles de victorias este hecho así:

Ganar no significa terminar en primera posición. No significa batir a los demás. Ganar es vencerse a uno mismo. Vencer a nuestro cuerpo, nuestros límites y nuestros temores. Ganar significa superarse a uno mismo y convertir los sueños en realidad. En muchas carreras he terminado en primera posición pero no me he sentido ganador. Al cruzar la línea de meta no he llorado, no he saltado de alegría y mis emociones no han sido una tormenta desbocada. Simplemente tenia que ganar la carrera terminar por delante de los demás, y antes, y durante la carrera, sabia, tenia la seguridad de que llegaría el primero. Sabia que no era un sueño y en ningún momento mi mente llego a plantearse que seria el no vencer. Era fácil, como un cocinero que abre su restaurante por la mañana y sabe exactamente como le va aquedar el bistec. No hay ningún reto, ningún sueño del que despertarse al final. Y por eso por lo menos para mino es ganar. Al contrario, he visto a grandes ganadores, a personas que se han vencido a si mismas y que han cruzado la meta llorando, sin fuerzas, pero no por agotamiento físico, que también, sino sobre todo por haber logrado terminar aquello que ellos sabían que en el fondo era solo fruto de sus sueños. he visto a gente sentarse  al cruzar la meta de la UTMB y permanecer en esa posición durante horas con la mirada perdida, con la mayor de sus sonrisas para sus adentros, sin creerse todavía que lo que acaban de lograr no forma parte de un engaño de la mente. Sabiendo que al despertarse podrán decirse que si, que lo lograron, que vencieron todos los miedos y que descendieron de los sueños para convertirlos en realidad. He visto a personas que pese a llegar cuando los primeros ya se habían duchado, habían almorzado y quizás habían tenido tiempo de echarse una buena siesta, se sienten vencedores, y no cambiarían lo que sienten por nada de lo que les pudieran ofrecer. Y los envidio porque en el fondo ¿no corremos para eso?