lunes, 25 de julio de 2011

Novedades Brooks: Glycerin 9 y Ghost 4


Brooks viene con novedades para el año 2011 y es que ha modificado sus dos zapatillas con mas solera, sobre todo la Ghost 4, la cual incorpora cambios en talón y en la amortiguación general, en su talón se mejora su absorción de impacto con su caterpillar crash pattern en cuanto a su amortiguación el sistema DNA el cual se encuentra a lo largo de toda la media suela que se ha incorporado en las mejores zapatillas de la marca aporta una sensación de comodidad desde el talón hasta la punta.
Es una zapatilla muy utilizada para corredores neutros de más de 70 kg de peso  que responden bien a ritmos altos y que son bastante ligeras 315 gramos perfectas para entrenamientos y rodajes largos


Por su parte la Glycerin en su novena versión, vuelve a tener la horma mas ancha, y eso se nota en su comodidad, además esto beneficia a los corredores que usan plantillas ya que las podrán utilizar perfectamente.
Incorpora un sistema de amortiguación DNA a lo largo de toda la suela que responde bastante bien a ritmos altos.
Es una zapatilla muy cómoda y flexible para corredores neutros semipesados o pesados mas de 70 Kg. que ofrecen buena durabilidad, perfectas de distancias medias y largas.  330 gramos de peso, se venden en dos colores.


domingo, 17 de julio de 2011

Para los que me preguntan que porque corro...

Yo los conozco.
Los he visto muchas veces.
Son raros.
Algunos salen temprano a la mañana y se empeñan en ganarle al sol.
Otros se insolan al mediodía, se cansan a la tarde o intentan que no los atropelle un camión por la noche.... Están locos.
En verano corren, trotan, transpiran, se deshidratan y finalmente se cansan, sólo para disfrutar del descanso.
En invierno se tapan, se abrigan, se quejan, se enfrían, se resfrían y dejan que la lluvia les moje la cara.
Yo los he visto...
Pasan rápido por la rambla, despacio entre los árboles, serpentean caminos de tierra, trepan cuestas empedradas, trotan en la banquina de una carretera perdida, esquivan olas en la playa, cruzan puentes de madera, pisan hojas secas, suben cerros, saltan charcos, atraviesan parques, se molestan con los autos que no frenan, disparan de un perro y corren, corren y corren.
Escuchan música que acompaña el ritmo de sus piernas, escuchan a los horneros y a las gaviotas, escuchan sus latidos y su propia respiración, miran hacia delante, miran sus pies, huelen el viento que pasó por los eucaliptos, la brisa que salió de los naranjos, respiran el aire que llega de los pinos y entreparan cuando pasan frente a los jazmines.
Yo los he visto.
No están bien de la cabeza.
Usan championes con aire y zapatillas de marca, corren descalzos o gastan calzados. Traspiran camisetas, calzan gorras y miden una y otra vez su propio tiempo.
Están tratando de ganarle a alguien.
Trotan con el cuerpo flojo, pasan a la del perro blanco, pican después de la columna, buscan una canilla para refrescarse. y siguen.
Se inscriben en todas las carreras. pero no ganan ninguna, empiezan a correrla en la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se levantan como niños en Día de Reyes, han preparado la ropa que descansa sobre una silla, como lo hacían en su infancia en víspera de vacaciones. El día antes de la carrera comen pastas y no toman alcohol, pero se premian con descaro y con asado apenas termina la competencia.
Nunca pude calcularles la edad pero seguramente tienen entre 15 y 85 años. Son hombres y mujeres. No están bien.

Se apuntan en carreras de ocho o diez kilómetros y antes de empezar saben que no podrán ganar aunque falten todos los demás. Estrenan ansiedad en cada salida y unos minutos antes de la carrera necesitan ir al baño. Ajustan su cronómetro y tratan de ubicar a los cuatro o cinco a los que hay que ganarles. Son sus referencias de carrera: “Cinco que corren parecido a mí”.
Ganarle a uno solo de ellos será suficiente para dormir a la noche con una sonrisa.
Disfrutan cuando pasan a otro corredor, pero lo alientan, le dicen que falta poco y le piden que no afloje, preguntan por el puesto de hidratación y se enojan porque no aparece, están locos, ellos saben que en sus casas tienen el agua que quieran, sin esperar que se la entregue un niño que levanta un vaso cuando pasan.
Se quejan del sol que los mata o de la lluvia que no los deja ver.
Están mal, ellos saben que allí cerca está la sombra de un sauce o el resguardo de un alero.
No las preparan. pero tienen todas las excusas para el momento en que llegan a la meta,no las preparan, son parte de ellos,el viento en contra, no corría una gota de aire, el calzado nuevo, el circuito mal medido, los que largan caminando adelante y no te dejan pasar, el cumpleaños que fuimos anoche, la llaga en el pie derecho de la costura de la media nueva, la rodilla que me volvió a traicionar, arranqué demasiado rápido, no dieron agua, al llegar iba a picar pero no quise.
Disfrutan al hablar, disfrutan al correr y cuando llegan disfrutan de levantar los brazos porque dicen que lo han conseguido, ¡Qué ganaron una vez más!
No se dieron cuenta de que apenas si perdieron con un centenar o un millar de personas. pero insisten con que volvieron a ganar.
Son raros.
Se inventan una meta en cada carrera.
Se ganan a sí mismos, a los que insisten en mirarlos desde la vereda, a los que los miran por televisión y a los que ni siquiera saben que hay locos que corren.
Les tiemblan las manos cuando se pinchan la ropa al colocarse el número, simplemente por que no están bien, los he visto pasar.
Les duelen las piernas, se acalambran, les cuesta respirar, tienen puntadas en el costado. pero siguen, a medida que avanzan en la carrera los músculos sufren más y más, la cara se les desfigura, la transpiración corre por sus caras, las puntadas empiezan a repetirse y dos kilómetros antes de la llegada comienzan a preguntarse que están haciendo allí.
¿Por qué no ser uno de los cuerdos que aplauden desde la vereda?
Están locos, yo los conozco bien.
Cuando llegan se abrazan de su mujer o de su esposo que disimulan a puro amor la transpiración en su cara y en su cuerpo, los esperan sus hijos y hasta algún nieto o algún abuelo les pega un grito solidario cuando atraviesan la meta.
Llevan un cartel en la frente que apaga y prende que dice “Llegué -Tarea Cumplida”.
Apenas llegan toman agua y se mojan la cabeza, se tiran en el pasto a reponerse pero se paran enseguida porque lo saludan los que llegaron antes. Se vuelven a tirar y otra vez se paran porque van a saludar a los que llegan después que ellos.
Intentan tirar una pared con las dos manos, suben su pierna desde el tobillo, abrazan a otro loco que llega más sudado que ellos.
Los he visto muchas veces, Están mal de la cabeza.
Miran con cariño y sin lástima al que llega diez minutos después, respetan al último y al penúltimo porque dicen que son respetados por el primero y por el segundo.
Disfrutan de los aplausos aunque vengan cerrando la marcha ganándole solamente a la ambulancia o al tipo de la moto.
Se agrupan por equipos y viajan 200 kilómetros para correr 10, compran todas las fotos que les sacan y no advierten que son iguales a las de la carrera anterior, cuelgan sus medallas en lugares de la casa en que la visita pueda verlas y tengan que preguntar.
Están mal.
-Esta es del mes pasado- dicen tratando de usar su tono más humilde, Esta es la primera que gané- dicen omitiendo informar que esa se la entregaban a todos, incluyendo al que llegaba último y al inspector de tránsito.
Dos días después de la carrera ya están tempranito saltando charcos, subiendo cordones, braceando rítmicamente, saludando ciclistas, golpeando las palmas de las manos de los colegas que se cruzan.
Dicen que pocas personas por estos tiempos son capaces de estar solos -consigo mismo- una hora por día.
Dicen que los pescadores, los nadadores y algunos más.
Dicen que la gente no se banca tanto silencio.
Dicen que ellos lo disfrutan.
Dicen que proyectan y hacen balances, que se arrepienten y se congratulan, se cuestionan, preparan sus días mientras corren y conversan sin miedos con ellos mismos.
Dicen que el resto busca excusas para estar siempre acompañado.
Están mal de la cabeza.
Yo los he visto.
Algunos solo caminan. pero un día. cuando nadie los mira, se animan y trotan un poquito.
En unos meses empezarán a transformarse y quedarán tan locos como ellos.
Estiran, se miran, giran, respiran, suspiran y se tiran.
Pican, frenan y vuelven a picar.
Me parece que quieren ganarle a la muerte.
Ellos dicen que quieren ganarle a la vida.
Están completamente locos.

Nike LunarGlide 3


La Lunarglide pese ser un modelo con relativa juventud, se ha convertido en una de los buques insignia de Nike en el running por su volumen de ventas, muy utilizadas por corredores que empiezan en este mundillo y que corren distancias medias, ofrecen una sensación de confortabilidad difícil de encontrar en otras zapatillas en parte gracias a su sistema Lunarlon de su media suela. Este modelo incorpora un nuevo sistema de ajuste del pie que produce una sensación de guante que envuelve el antepié.
Sin duda una buena elección para corredores neutros que no sobrepasen los 75 kg, y no devoren gran cantidad de kilómetros.

Os dejo este video que explica todos sus detalles aunque esta en inglés.


martes, 12 de julio de 2011

¿Que comer antes de la carrera? Supercompensacion de Glucogeno

El que comer antes de una carrera es una parte más de la preparación que muchos corredores llevan con una disciplina militar, y es que la alimentación puede ser un factor bastante importante en el rendimiento deportivo.
Durante la fase de entrenamiento llevar una dieta equilibrada con una fuente de hidratos de carbono importante ayudara a que terminemos nuestros entrenos sin pájaras sobre todo los de mas alta exigencia, el kit de la cuestión llega cuando se acerca la semana pre-competición.

Para carreras de corta-media distancia hasta media maratón, yo no soy partidario de hacer nada especial simplemente no inventar nada nuevo el día de antes de la carrera para que no aparezcan los temidos problemas intestinales, será suficiente si hemos llevado una dieta normal con un buen aporte de HC, nuestras reservas de glucogeno serán mas que suficientes para terminar la carrera sin que estas se agoten.

Para carreras de mayor distancia, maratón o ultradistancia, ciclistas, triatletas, etc. habitualmente los corredores realizan una dieta de Supercompensación de Glucogeno esto consiste en una primera fase de vaciado de HC  hasta el jueves (pensada para cuando la competición es el domingo), con una dieta baja o muy baja de hidratos, y un entrenamiento de alta exigencia, bajando/eliminando los niveles de hidratos de carbono en el cuerpo. Y a partir del jueves aportar grandes cantidades de Hidratos, y un entrenamiento muy muy suave o de descanso total.
Con esto se consigue que cuando el cuerpo se ve privado de los hidratos (cetosis), gracias al fantástico sistema de supervivencia del organismo humano, el cuerpo tiende a Supercompensar la célula de glucógeno ante una amenaza de falta de este nutriente y, almacena dos veces más glucógeno de lo convencional.  

La ultima comida es importante realizarla como mínimo tres horas antes de la competición, intentando evitar los alimentos con mucha fibra y además, es muy muy importante durante los  los últimos cuatro días hidratar muy bien el cuerpo incluso sin tener ganas.