Durante una competición pueden surgir variados problemillas que pueden hacer que tengamos que abandonar, algunas pueden tener una solución temporal que ayuden a mejorar ese mal momento que estamos pasando y nos permita llegar hasta la meta algunas de ellas son:
LAS AMPOLLAS: Aparecen por el rozamiento de los calcetines o de las zapatillas, y se agravan con la humedad de los pies, para evitarlas nunca hay que estrenar zapatillas el día de la carrera, tienen que ir domaditas a la competición, también hay que intentar mantener los pies secos, se puede aplicar algún lubricante tipo vaselina para evitar las rozaduras, una vez que han aparecido, y ya en casa un buen remedio es aplicar manzanilla sobre ellas.
EL FLATO: Es un dolor abdominal que aparece en muchos corredores en la parte lateral del abdomen, no se sabe exactamente porque aparece este dolor pero lo que esta claro es que es un indicador de que bajemos el ritmo en el ejercicio que estamos realizando. Cuando aparece meter la tripa para adentro como cuando queremos parecer mas delgados o presionar el punto dolorido suelen rebajar el dolor o incluso lo hacen desaparecer.
CALAMBRES: Son espasmos musculares que sufren normalmente nuestras piernas cuando nos pasamos de esfuerzo, si eres propenso a sufrir calambres, para que no aparezcan es importantísimo estirar y calentar antes de comenzar el ejercicio de exigencia así prepararemos a la musculatura, también incluye en tu dieta alimentos ricos en potasio como el plátano, nueces o zanahorias.
"EL PAJARON": Es uno de los peores momentos que puede sufrir un deportista, y recuperarse de el es bastante difícil y se requiere una muy buena capacidad mental para no abandonar, cuando te da la pájara te sientes sin fuerzas para continuar, y el ritmo cardiaco se acelera. Normalmente pueden aparecer por dos causas: por la deshidratación, causada porque no hemos bebido lo suficiente durante el esfuerzo, uno de los mandamientos del corredor es que hay que reponer los fluidos que se van perdiendo sobre la marcha, con agua y bebidas isotónicas que repongan los electrolitos perdidos, para no deshidratarse hay que beber antes de tener la sensación de sed. La segunda causa es el agotamiento de las reservas de glucogeno hepático cuando los músculos agotan el glucogeno empiezan a obtenerlo del hígado cuando este se acaba el hígado empieza a tener problemas para mantener el nivel de glucosa en sangre necesario para realizar el esfuerzo, para ello llegar con las reservas de glucogeno bien llenas e ir alimentándose a lo largo de la carrera introduciendo carbohidratos de fácil asimilación (geles y barritas) y de índice glucémico alto (dátiles, orejones melón...)nos ayudaran a que estos síntomas no aparezcan.
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