Esta semana voy a tratar de hablar cada día de una vitamina de su función de los alimentos que la contienen en mayores dosis y en los problemas que conlleva a carencia de las diferentes vitaminas, la vitaminas se dividen en dos grupos hidrosolubles (B y C) y liposolubles (E, A, K, D) las primeras se eliminan por la orina, mientras que las segundas son solubles en los cuerpos grasos, son poco alterables, y el organismo puede almacenarlas fácilmente. Dado que el organismo puede almacenarlas como reserva, su carencia estaría basada en malos hábitos alimentarios o también puede producirse una hipervitaminosis que produzca enfermedades.
La vitamina C conocida mundialmente como la vitamina contra catarros, las reservas de esta vitamina en el organismo no revisten importancia ya que continuamente se elimina por la orina, por lo que la alimentación diaria debe aportar y cubrir diariamente las necesidades vitamínicas.
Funciones:
La Vitamina C juega un papel fundamental en la creación de colágeno, una proteína que es el principal constituyente de los tendones y que también se encuentra presente en la piel, hueso, ligamentos y cartílago. También ayuda a sanar heridas y reparar tejidos dañados, posee importantes funciones antioxidantes, ayuda en la absorción del hierro, y toma parte en la producción y activación de numerosas sustancias químicas de nuestro cuerpo, entre las cuales figuran la hemoglobina y las células rojas de la sangre. Ayuda a desintoxicar, es decir, limpiar nuestro organismo de sustancias nocivas, y aunque no es concluyente se piensa que la vitamina C ayuda a protegernos contra varios tipos de cáncer, entre ellos del páncreas, estómago, pulmones, senos, boca, esófago y vejiga. Se sabe además que los tumores cerebrales en los niños están asociados a deficiencias de vitamina C en la madre. La actividad antioxidante de la vitamina C también puede ayudar a prevenir las cataratas. Existen estudios que indican que la vitamina C ayuda a reducir el nivel del colesterol de baja densidad (el llamado colesterol malo) y a incrementar el colesterol de alta densidad (el llamado colesterol bueno) en la sangre.
Alimentos ricos en vitamina C:
Bayas rojas, kiwi, pimiento rojo y verde, tomates, espinaca, y los zumos hechos de guayaba, toronja, naranja y limón. Otros alimentos con mucha vitamina C son: brócoli, fresas, pimientos verdes, coles de Bruselas y melón.
Carencia:
Cuando existe un leve déficit de vitamina C nos sentimos cansados, irritables y con dolores en las articulaciones. En caso de deficiencia máxima puede originar escorbuto cuyos síntomas son tumefacción, hemorragias en las encías y dolor articular. Esto es muy poco frecuente en la actualidad, ya que las necesidades diarias se cubren con un mínimo de vegetales crudos que consumamos.
Una deficiencia surge por un aporte disminuido de vitamina C, por mala absorción o porque está incrementada su eliminación en el organismo.
En cualquier caso se precisan 180-190 días de ingesta negativa, para presentar síntomas carenciales de vitamina C.
No olviden vitaminarse y mineralizarse!
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